Los sectores de la preparación al parto, el acompañamiento durante el embarazo y los cuidados perinatales, son ámbitos en donde ciertos movimientos con funcionamiento sectario se han ido introduciendo desde hace años.

Tal es el caso de la Asociación Nacional de Educación Prenatal (ANEP), una asociación constituida en 1988 que «tiene como objetivo recoger y difundir las informaciones relacionadas con la vida prenatal, a fin de permitir a los padres mejorar y armonizar el desarrollo físico y psíquico de sus futuros hijos […] y sensibilizar a las instituciones públicas».

La ANEP forma parte de la Organización Mundial de Asociaciones de Educación Prenatal (OMAEP), ambas ligadas a la Fraternidad Blanca Universal, incluída en el Informe sobre sectas de la Asamblea Nacional N º 2468 del 22 de diciembre 1995 y referenciada igualmente en el Informe Anual de la MIVILUDES 2009, entre otros.

La Fraternidad Blanca Universal fue introducida en Francia por Omraam Mickhaël Aivanhov (1900-1986), como continuación de la organización con el mismo nombre que en su día fuera creada por Peter Deunov (1864-1944), quien según sus seguidores era «un profeta que venía a la Tierra desde la estrella Alfeola para anunciar el inicio de la Era de Acuario». Las enseñanzas del grupo pretendían ser continuación de las enseñanzas de los bogomilos, los «adoradores del Sol», que llegaron a alcanzar la cifra de unos 40.000 seguidores antesde la última Guerra Mundial. Por indicación expresa de Deunov, Aivanhov sería enviado a Europa para convertirlos, iniciando su andadura en Francia a finales de la década de los treinta introduciéndose en medios educativos.

En julio de 1948, Aivanhov sería condenado por el Tribunal de París a cuatro años de prisión y diez años de destierro por delitos de corrupción de menores y abuso sexual. Fuera de París, continúa desarrollando su actividad en Suiza y regresa pasado los años de prohibición a Francia en donde le esperan seguidores incondicionales. A partir de ahí, le restituyen y a partir de ahí inicia un viaje a la India en donde toma contacto con diferentes yogis, adhiriéndose especialmente a Mahavatar Babaji. Desde ese momento, pasa a llamarse «Maestro Aivanhov».

Las prácticas habituales del grupo pasan por la vida comunitaria, el yoga de la nutrición, el trabajo físico, los «movimientos» (ejercicios gimnásticos individuales o grupales), la paneuritmia, ejercicios respiratorios, canto coral, meditación y rezos.

El ya fallecido periodista francés especializado en sectas, Xavier Pasquini, escribió profusamente sobre ellos en diversos artículos periodísticos, a destacar un artículo publicado en Charlie-Hebdo a inicios de 1998, en donde indicaba al respecto que «la FBU (Fraternidad Blanca Universal) se centra en los niños como futuros seguidores, incluso antes de nacer […] han creado para ello la ANEP para difundir sus teorías sobre la «galvanoplastia espiritual» […] que permitiría dar a luz niños que serán «fuertes y hermosos, nobles, capaces de superar las dificultades, las enfermedades y todas las influencias malignas […] y Andrée Bertin [fundador de la ANEP] utiliza su antiguo título de la Asociación General de Maestros de Escuelas de Párvulos como pantalla, para así dar conferencias organizadas en las escuelas, además de presentaciones de yoga […]». Ese mismo año, Andrée Bertin participaba en un Congreso Mundial de Asociaciones Nacionales de Educación Prenatal que se celebraba en Roma y que estaba auspiciado por la República Italiana, el Presidente del Parlamento Europeo, la UNICEF, El Colegio de Médicos de Italia, etc.

Un estudio realizado por la asociación de pediatras Enfants d’abord (1990) evidenciaba los componentes misógenos y racistas implícitos en las enseñanzas de la GFU, publicación en donde encontramos fragmentos de la experiencia de algunos voluntarios: «nuestra organización interviene en los centros educativos para hablar sobre la importancia de la vida fetal y así preparar a futuros padres. Así, es importante señalar a las chicas jóvenes que si se deja montar -perdonen la expresión- por 5 o 6 tíos cuando tiene 14 años, ya queda manchada. Uno lo entiende cuando piensa en los perros. Si un perro de raza es montado por un perro de raza diferente, aunque no sea fértil, no es de pura raza. Hay una impregnación» [con impregnación se refiere a la idea de Aivanhov que los pensamientos de la madre durante el embarazo conformarán la evolución del feto]. Otros organismos de Pediatría han denunciado enérgicamente la infiltración de este movimiento en diversas asociaciones de preparación al parto.

Con el paso de los años, han aprendido a eliminar de sus publicaciones cualquier referencia a la galvanoplastia espiritual o a las enseñanzas de Aivanhov, como por ejemplo en el libro que publicó hace ya ocho años Marie-Andrée Bertin, «Educación prenatal natural» o en cualquiera de sus páginas web. Aunque en alguna de ellas todavía es posible encontrar referencias entre su bibliografía a Aivanhov, como una de sus páginas de nuestro país. En sus actividades, cuentan con colaboración de licenciados que sirven justamente para construir la pantalla del grupo con propuestas como «talleres de hipnonacimiento», «canto prenatal y en el embarazo» e incluso forman a profesionales, a través de multitud de centros interconectados a la ANEP.

Una nueva modalidad desde hace escasos años es el terreno de las doulas, «mujeres que acompañan a mujeres en el camino de la maternidad». No es infrecuente encontrar a miembros de la ANEP realizando formaciones o acompañamientos como doulas. Pero también entre las doulas encontramos perfiles de lo más diverso, con practicantes de terapias gestalt hasta las terapias alternativas pasando por diversos coachs o propuestas antroposóficas y otras combinaciones muy personales. Por cierto que el médico Michel Odent, citado o invitado por numerosos grupo de doulas, participó en el II Simposio Internacional sobre Perinatalidad que se celebró el pasado año 2003 en Montreal (Canadá) organizado por la ANEP y preguntado acerca de su opinión acerca de la ANEP, indicó que «no comparto la obsesión de Francia por las sectas […] tiendo a pensar en positivo […] lo que me parece importante de las conferencias de la ANEP es que han realzado el valor de la vida fetal […] en las conferencias a las que he asistido, no he visto nada parecido a una actividad proselitista». Comentario éste que fue a su vez respondido por AFAR en el sentido que «el riesgo no es el proselitismo, sino también la amalgama, por falta de claridad, entre sectas y asociaciones civiles, independientes de todo movimiento filosófico o religioso».

El informe de la MIVILUDES del pasado 2006 indicaba a propósito de estas nuevas modalidades de acompañamiento al parto, que «abren numerosos interrogantes […] en relación a personas vulnerables que pudieran encontrarse con doulas que han aprendido ciertas técnicas «psi» o por futuros padres con dificultades de todo tipo […] estas nuevas modalidades pudieran derivar en la usurpación de competencias de profesionales sanitarios, especialmente de las parteras, así como en situaciones de ejercicio ilegal de la medicina. Sus acciones podrían suponer un riesgo a diferentes niveles para la madre y el bebé».